domingo, 26 de septiembre de 2010

El porqué de dichos y refranes: Poner la mano en el fuego

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En un antiguo códice hindú se afirma que “aquél al que la llama no queme debe ser creído”.

Durante muchos siglos y en las culturas más diversas fue común recurrir a la prueba del fuego para demostrar la culpabilidad o inocencia del acusado de delito grave.

Poner las manos en el fuego aparece en la edición de 1734 del Diccionario de la Real Academia Española como: «Expresión con que se asegura la verdad de alguna cosa, o la inocencia de alguna persona».

La procedencia de este dicho, se remonta a la época en la que se practicaba el llamado Juicio de Dios u Ordalía, que era una prueba que dictaminaba, atendiendo supuestos mandatos divinos, la inocencia o culpabilidad de una persona o cosa, acusada de quebrantar las normas establecidas o de cometer un pecado. Esta costumbre pagana se ejecutaba de formas muy diversas. No obstante,casi todas consistían en pruebas de fuego (sujetar hierros candentes, introducir las manos en la lumbre), Si la persona salía de la prueba con pocas quemaduras, significaba que Dios la consideraba inocente y, por tanto, no tenía que recibir ningún castigo

miércoles, 15 de septiembre de 2010