Más conocido por el sobrenombre de ‘Morris’, Maurice de Bevère creó hace sesenta años uno de los cómics más emblemáticos de la historia. Acompañado por su caballo Jolly Jumper, el 'vaquero más rápido que su propia sombra' es uno de los personajes más queridos por los amantes de la animación.
Este mes se celebra el sesenta aniversario de la publicación de ‘La mina de oro de Dick Digger's’, el primer álbum protagonizado por el célebre personaje concebido por Maurice de Bevère (1923-2001). Aunque la tira del dibujante belga contó a lo largo de los años con múltiples guionistas (Patrick Nordmann, X. Fauche, etc.), el más famoso de ellos fue René Goscinny (1926-1977), uno de los autores de la saga Astérix.
Lucky Luke es un cowboy que recorre Estados Unidos luchando contra el crimen, siempre acompañado por Jolly Jumper, su particular –y dicharachero- Rocinante. Hasta 1983, una de las señas de identidad de Luke fue un cigarrillo que colgaba de sus labios. En ese año, ‘Morris’ decidió cambiar el cigarro por una pajita que seguro era políticamente más correcta.
Los antagonistas por antonomasia de nuestro héroe son los malvados hermanos Dalton: Joe, William, Jack y Averell. Estos ‘cuatro tipos con pinta malvada y estúpida’ tienen como principal objetivo acabar con la vida de Lucky Luke. Otro de los personajes recurrentes es el perro Rataplan, un animal desprovisto de todas las cualidades que suelen tener los ejemplares de su raza. A pesar de su nulidad, Rataplan tuvo su propia serie a partir de 1987.
Otros de los compañeros ocasionales de Lucky Luke son personajes reales pertenecientes a la mitología americana: Billy El Niño, Calamity Jane o la banda de Jesse James fueron algunos de los elegidos por ‘Morris’. En 1995 se publicó ‘Kid Lucky’, un número dedicado a la infancia del protagonista.
Terra Actualidad / Gonzalo Izquierdo
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